miércoles, 25 de abril de 2012

Accesibilidad desde las personas

A continuación una entrada del blog Contigo yo soy más, hecha por mi amigo Jesús, alguien, a mi parecer, que después de muchos años trabajando en eso de la arquitectura, está dispuesto a aprender cosas nuevas sobre temas antiguos.

NORMATIVA Y REALIDAD

Mi primer contacto con la normativa sobre discapacidad fue sobre el año 1994, cuando participé como componente del grupo en el proyecto fin de carrera para la adaptación de La Rinconada-pueblo y San José de La Rinconada (barrio), a la normativa que en Mayo de 1992 se aprobó por primera vez en Andalucía (Decreto 72/92, de 5 de mayo, por el que se aprueban las normas técnicas para la accesibilidad y la eliminación de barreras arquitectónicas, urbanísticas y en el transporte).
Aquel primer contacto con la normativa, fue para ir tomando conciencia de una forma clara de una realidad, que a pasar de tenerla tan cerca, no me la había planteado anteriormente. Nadie suele pensar que de forma temporal o permanente se puede tener una discapacidad o que una barrera arquitectónica, tan simple como puede ser un escalón, se puede convertir en un obstáculo insalvable. También se suele asociar la discapacidad al usuario de sillas de rueda, pero las discapacidades pueden ser o no visibles, así por ejemplo una rama de un árbol o un cartel tipo bandera situado a una altura inadecuada puede ser lesivo para una persona invidente.
El desarrollo de normativas sobre discapacidad es una herramienta fundamental para la implantación de los elementos necesarios para poder crecer en la sensibilización de la sociedad para hacer nuestras calles, edificios y trasportes más accesibles y por lo tanto más fáciles y cómodos de usar para todos. Pero si analizamos la realidad nos queda mucho camino para que esa concienciación sea efectiva, porque una de las primeras barreras que hay que eliminar es, precisamente, la de no ponernos en el lugar del otro, ¿quién no ha aparcado, aunque sea por un instante delante de un vado en un paso de peatones?
Tenemos que intentar mejorar la normativa con una realidad que nos conciencie que la eliminación de “barreras”, es positiva para toda la sociedad y no sólo para personas con discapacidad. Sería bonito que la realidad hiciese innecesaria la normativa porque primero se haya pensado en el otro antes que en uno mismo.

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